Capítulo 13, versos 32-41
32
«También nosotros os anunciamos la Buena Nueva de que la Promesa hecha a los padres
33
Dios la ha cumplido en nosotros, los hijos, al resucitar a Jesús, como está escrito en los salmos: Hijo mío eres tú
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Y que le resucitó de entre los muertos para nunca más volver a la corrupción, lo tiene declarado: Os daré las cosas santas de David, las verdaderas.
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Por eso dice también en otro lugar: No permitirás que tu santo experimente la corrupción.
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Ahora bien, David, después de haber servido en sus días a los designios de Dios, murió, se reunió con sus padres y experimentó la corrupción.
37
En cambio aquel a quien Dios resucitó, no experimentó la corrupción.
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«Tened, pues, entendido, hermanos, que por medio de éste os es anunciado el perdón de los pecados
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la obtiene por él todo el que cree.
40
Cuidad, pues, de que no sobrevenga lo que dijeron los Profetas:
41
Mirad, los que despreciáis, asombraos y desapareced, porque en vuestros días yo voy a realizar una obra, que no creeréis aunque os la cuenten.»