Capítulo 13, versos 41-50
41
Mirad, los que despreciáis, asombraos y desapareced, porque en vuestros días yo voy a realizar una obra, que no creeréis aunque os la cuenten.»
42
Al salir les rogaban que les hablasen sobre estas cosas el siguiente sábado.
43
Disuelta la reunión, muchos judíos y prosélitos que adoraban a Dios siguieron a Pablo y a Bernabé
44
El sábado siguiente se congregó casi toda la ciudad para escuchar la Palabra de Dios.
45
Los judíos, al ver a la multitud, se llenaron de envidia y contradecían con blasfemias cuanto Pablo decía.
46
Entonces dijeron con valentía Pablo y Bernabé: «Era necesario anunciaros a vosotros en primer lugar la Palabra de Dios
47
Pues así nos lo ordenó el Señor: Te he puesto como la luz de los gentiles, para que lleves la salvación hasta el fin de la tierra.»
48
Al oír esto los gentiles se alegraron y se pusieron a glorificar la Palabra del Señor
49
Y la Palabra del Señor se difundía por toda la región.
50
Pero los judíos incitaron a mujeres distinguidas que adoraban a Dios, y a los principales de la ciudad