Capítulo 20, versos 6-12
6
Nosotros, después de los días de los Azimos, nos embarcamos en Filipos y al cabo de cinco días nos unimos a ellos en Tróada donde pasamos siete días.
7
El primer día de la semana, estando nosotros reunidos para la fracción del pan, Pablo, que debía marchar al día siguiente, conversaba con ellos y alargó la charla hasta la media noche.
8
Había abundantes lámparas en la estancia superior donde estábamos reunidos.
9
Un joven, llamado Eutico, estaba sentado en el borde de la ventana
10
Bajó Pablo, se echó sobre él y tomándole en sus brazos dijo: «No os inquietéis, pues su alma está en él.»
11
Subió luego
12
Trajeron al muchacho vivo y se consolaron no poco.