Capítulo 22, versos 14-21
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El me dijo: "El Dios de nuestros padres te ha destinado para que conozcas su voluntad, veas al Justo y escuches la voz de sus labios,
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pues le has de ser testigo ante todos los hombres de lo que has visto y oído.
16
Y ahora, ¿qué esperas? Levántate, recibe el bautismo y lava tus pecados invocando su nombre."
17
«Habiendo vuelto a Jerusalén y estando en oración en el Templo, caí en éxtasis
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y le vi a él que me decía: "Date prisa y marcha inmediatamente de Jerusalén, pues no recibirán tu testimonio acerca de mí."
19
Yo respondí: "Señor, ellos saben que yo andaba por las sinagogas encarcelando y azotando a los que creían en ti
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y cuando se derramó la sangre de tu testigo Esteban, yo también me hallaba presente, y estaba de acuerdo con los que le mataban y guardaba sus vestidos."
21
Y me dijo: "Marcha, porque yo te enviaré lejos, a los gentiles".»