Capítulo 22, verso 30 - Capítulo 23, verso 8
30
Al día siguiente, queriendo averiguar con certeza de qué le acusaban los judíos, le sacó de la cárcel y mandó que se reunieran los sumos sacerdotes y todo el Sanedrín
Capítulo 23
1
Pablo miró fijamente al Sanedrín y dijo: «Hermanos, yo me he portado con entera buena conciencia ante Dios, hasta este día.»
2
Pero el Sumo Sacerdote Ananías mandó a los que le asistían que le golpeasen en la boca.
3
Entonces Pablo le dijo: «¡Dios te golpeará a ti, pared blanqueada! ¿Tú te sientas para juzgarme conforme la Ley y mandas, violando la Ley, que me golpeen?»
4
Pero los que estaban a su lado le dijeron: «¿Insultas al Sumo Sacerdote de Dios?»
5
Pablo contestó: «No sabía, hermanos, que fuera el Sumo Sacerdote
6
Pablo, dándose cuenta de que una parte eran saduceos y la otra fariseos, gritó en medio del Sanedrín: «Hermanos, yo soy fariseo, hijo de fariseos
7
Al decir él esto, se produjo un altercado entre fariseos y saduceos y la asamblea se dividió.
8
Porque los saduceos dicen que no hay resurrección, ni ángel, ni espíritu