Capítulo 25, versos 23-27
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Al día siguiente vinieron Agripa y Berenice con gran ostentación y entraron en la sala de audiencia, junto con los tribunos y los personajes de más categoría de la ciudad. A una orden de Festo, trajeron a Pablo.
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Festo dijo: «Rey Agripa y todos los aquí presentes
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Yo comprendí que no había hecho nada digno de muerte
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No sé en concreto qué escribir al Señor sobre él
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Pues me parece absurdo enviar un preso sin indicar las acusaciones formuladas contra él.»