Capítulo 27, versos 18-21
18
Y como el temporal seguía sacudiéndonos furiosamente, al día siguiente aligeraron la nave.
19
Y al tercer día con sus propias manos arrojaron al mar el aparejo de la nave.
20
Durante muchos días no apareció el sol ni las estrellas
21
Hacía ya días que no habíamos comido