Capítulo 27, versos 30-32
30
Los marineros intentaban escapar de la nave, y estaban ya arriando el bote con el pretexto de echar los cables de las anclas de proa.
31
Pero Pablo dijo al centurión y a los soldados: «Si no se quedan éstos en la nave, vosotros no os podréis salvar.»
32
Entonces los soldados cortaron las amarras del bote y lo dejaron caer.