Hechos de los Apóstoles

Ver da Capítulo Verso Capítulo Verso
[...]   De repente vino del cielo un ruido como el de una ráfaga de viento impetuoso, que llenó toda la casa en la que se encontraban.   [...]

Hechos de los Apóstoles: capítulo 2, verso 2

Capítulo 27, versos 30-36

30 Los marineros intentaban escapar de la nave, y estaban ya arriando el bote con el pretexto de echar los cables de las anclas de proa.
31 Pero Pablo dijo al centurión y a los soldados: «Si no se quedan éstos en la nave, vosotros no os podréis salvar.»
32 Entonces los soldados cortaron las amarras del bote y lo dejaron caer.
33 Mientras esperaban que se hiciera de día, Pablo aconsejaba a todos que tomasen alimento diciendo: «Hace ya catorce días que, en continua expectación, estáis en ayunas, sin haber comido nada.
34 Por eso os aconsejo que toméis alimento, pues os conviene para vuestra propia salvación
35 Diciendo esto, tomó pan, dio gracias a Dios en presencia de todos, lo partió y se puso a comer.
36 Entonces todos los demás se animaron y tomaron también alimento.