Capítulo 27, versos 31-35
31
Pero Pablo dijo al centurión y a los soldados: «Si no se quedan éstos en la nave, vosotros no os podréis salvar.»
32
Entonces los soldados cortaron las amarras del bote y lo dejaron caer.
33
Mientras esperaban que se hiciera de día, Pablo aconsejaba a todos que tomasen alimento diciendo: «Hace ya catorce días que, en continua expectación, estáis en ayunas, sin haber comido nada.
34
Por eso os aconsejo que toméis alimento, pues os conviene para vuestra propia salvación
35
Diciendo esto, tomó pan, dio gracias a Dios en presencia de todos, lo partió y se puso a comer.