Capítulo 28, versos 22-28
22
Pero deseamos oír de ti mismo lo que piensas, pues lo que de esa secta sabemos es que en todas partes se la contradice.»
23
Le señalaron un día y vinieron en mayor número adonde se hospedaba. El les iba exponiendo el Reino de Dios, dando testimonio e intentando persuadirles acerca de Jesús, basándose en la Ley de Moisés y en los Profetas, desde la mañana hasta la tarde.
24
Unos creían por sus palabras y otros en cambio permanecían incrédulos.
25
Cuando, en desacuerdo entre sí mismos, ya se marchaban, Pablo dijo esta sola cosa: «Con razón habló el Espíritu Santo a vuestros padres por medio del profeta Isaías:
26
Ve a encontrar a este pueblo y dile: Escucharéis bien, pero no entenderéis, miraréis bien, pero no veréis.
27
Porque se ha embotado el corazón de este pueblo, han hecho duros sus oídos, y sus ojos han cerrado
28
«Sabed, pues, que esta salvación de Dios ha sido enviada a los gentiles