Capítulo 2, versos 11-20
11
judíos y prosélitos, cretenses y árabes, todos les oímos hablar en nuestra lengua las maravillas de Dios.»
12
Todos estaban estupefactos y perplejos y se decían unos a otros: «¿Qué significa esto?»
13
Otros en cambio decían riéndose: «¡Están llenos de mosto!»
14
Entonces Pedro, presentándose con los Once, levantó su voz y les dijo: «Judíos y habitantes todos de Jerusalén: Que os quede esto bien claro y prestad atención a mis palabras:
15
No están éstos borrachos, como vosotros suponéis, pues es la hora tercia del día,
16
sino que es lo que dijo el profeta:
17
Sucederá en los últimos días, dice Dios: Derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas
18
Y yo sobre mis siervos y sobre mis siervas derramaré mi Espíritu.
19
Haré prodigios arriba en el cielo y señales abajo en la tierra.
20
El sol se convertirá en tinieblas, y la luna en sangre, antes de que llegue el Día grande del Señor.