Hechos de los Apóstoles

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[...]   Sondearon y hallaron veinte brazas   [...]

Hechos de los Apóstoles: capítulo 27, verso 28

Capítulo 2, versos 27-44

27 de que no abandonarás mi alma en el Hades ni permitirás que tu santo experimente la corrupción.
28 Me has hecho conocer caminos de vida, me llenarás de gozo con tu rostro.
29 «Hermanos, permitidme que os diga con toda libertad cómo el patriarca David murió y fue sepultado y su tumba permanece entre nosotros hasta el presente.
30 Pero como él era profeta y sabía que Dios le había asegurado con juramento que se sentaría en su trono un descendiente de su sangre,
31 vio a lo lejos y habló de la resurrección de Cristo, que ni fue abandonado en el Hades ni su carne experimentó la corrupción.
32 A este Jesús Dios le resucitó
33 Y exaltado por la diestra de Dios, ha recibido del Padre el Espíritu Santo prometido y ha derramado lo que vosotros veis y oís.
34 Pues David no subió a los cielos y sin embargo dice: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra
35 hasta que ponga a tus enemigos por escabel de tus pies.
36 «Sepa, pues, con certeza toda la casa de Israel que Dios ha constituido Señor y Cristo a este Jesús a quien vosotros habéis crucificado.»
37 Al oír esto, dijeron con el corazón compungido a Pedro y a los demás apóstoles: «¿Qué hemos de hacer, hermanos?»
38 Pedro les contestó: «Convertíos y que cada uno de vosotros se haga bautizar en el nombre de Jesucristo, para remisión de vuestros pecados
39 pues la Promesa es para vosotros y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos, para cuantos llame el Señor Dios nuestro.»
40 Con otras muchas palabras les conjuraba y les exhortaba: «Salvaos de esta generación perversa.»
41 Los que acogieron su Palabra fueron bautizados. Aquel día se les unieron unas 3.000 almas.
42 Acudían asiduamente a la enseñanza de los apóstoles, a la comunión, a la fracción del pan y a las oraciones.
43 El temor se apoderaba de todos, pues los apóstoles realizaban muchos prodigios y señales.
44 Todos los creyentes vivían unidos y tenían todo en común