Capítulo 2, versos 38-42
38
Pedro les contestó: «Convertíos y que cada uno de vosotros se haga bautizar en el nombre de Jesucristo, para remisión de vuestros pecados
39
pues la Promesa es para vosotros y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos, para cuantos llame el Señor Dios nuestro.»
40
Con otras muchas palabras les conjuraba y les exhortaba: «Salvaos de esta generación perversa.»
41
Los que acogieron su Palabra fueron bautizados. Aquel día se les unieron unas 3.000 almas.
42
Acudían asiduamente a la enseñanza de los apóstoles, a la comunión, a la fracción del pan y a las oraciones.