Capítulo 4, versos 1-8
1
Estaban hablando al pueblo, cuando se les presentaron los sacerdotes, el jefe de la guardia del Templo y los saduceos,
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molestos porque enseñaban al pueblo y anunciaban en la persona de Jesús la resurrección de los muertos.
3
Les echaron mano y les pusieron bajo custodia hasta el día siguiente, pues había caído ya la tarde.
4
Sin embargo, muchos de los que oyeron la Palabra creyeron
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Al día siguiente se reunieron en Jerusalén sus jefes, ancianos y escribas,
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el Sumo Sacerdote Anás, Caifás, Jonatán, Alejandro y cuantos eran de la estirpe de sumos sacerdotes.
7
Les pusieron en medio y les preguntaban: «¿Con qué poder o en nombre de quién habéis hecho vosotros eso?»
8
Entonces Pedro, lleno del Espíritu Santo, les dijo: «Jefes del pueblo y ancianos,