Capítulo 6, versos 8-14
8
Esteban, lleno de gracia y de poder, realizaba entre el pueblo grandes prodigios y señales.
9
Se levantaron unos de la sinagoga llamada de los Libertos, cirenenses y alejandrinos, y otros de Cilicia y Asia, y se pusieron a disputar con Esteban
10
pero no podían resistir a la sabiduría y al Espíritu con que hablaba.
11
Entonces sobornaron a unos hombres para que dijeran: «Nosotros hemos oído a éste pronunciar palabras blasfemas contra Moisés y contra Dios.»
12
De esta forma amotinaron al pueblo, a los ancianos y escribas
13
Presentaron entonces testigos falsos que declararon: «Este hombre no para de hablar en contra del Lugar Santo y de la Ley
14
pues le hemos oído decir que Jesús, ese Nazoreo, destruiría este Lugar y cambiaría las costumbres que Moisés nos ha transmitido.»