Capítulo 9, versos 16-20
16
Yo le mostraré todo lo que tendrá que padecer por mi nombre.»
17
Fue Ananías, entró en la casa, le impuso las manos y le dijo: «Saúl, hermano, me ha enviado a ti el Señor Jesús, el que se te apareció en el camino por donde venías, para que recobres la vista y seas lleno del Espíritu Santo.»
18
Al instante cayeron de sus ojos unas como escamas, y recobró la vista
19
Tomó alimento y recobró las fuerzas. Estuvo algunos días con los discípulos de Damasco,
20
y en seguida se puso a predicar a Jesús en las sinagogas: que él era el Hijo de Dios.