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Mientras estaba comiendo con ellos, les mandó que no se ausentasen de Jerusalén, sino que aguardasen la Promesa del Padre, «que oísteis de mí:

Que Juan bautizó con agua, pero vosotros seréis bautizados en el Espíritu Santo dentro de pocos días».

Siguiendo el camino llegaron a un sitio donde había agua.

El eunuco dijo: «Aquí hay agua

Y mandó detener el carro. Bajaron ambos al agua, Felipe y el eunuco

y en saliendo del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe y ya no le vio más el eunuco, que siguió gozoso su camino.

«¿Acaso puede alguno negar el agua del bautismo a éstos que han recibido el Espíritu Santo como nosotros?»

Me acordé entonces de aquellas palabras que dijo el Señor: Juan bautizó con agua, pero vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo.

solamente sé que en cada ciudad el Espíritu Santo me testifica que me aguardan prisiones y tribulaciones.

pero el centurión, que quería salvar a Pablo, se opuso a su designio y dio orden de que los que supieran nadar se arrojasen los primeros al agua y ganasen la orilla

Porque, na verdade, João batizou com água, mas vós sereis batizados com o Espírito Santo, não muito depois destes dias.

E, indo eles caminhando, chegaram ao pé de alguma água, e disse o eunuco: Eis aqui água

E mandou parar o carro, e desceram ambos à água, tanto Filipe como o eunuco, e o batizou.

E, quando saíram da água, o Espírito do Senhor arrebatou a Filipe, e não o viu mais o eunuco

Respondeu, então, Pedro: Pode alguém porventura recusar a água, para que não sejam batizados estes, que também receberam como nós o Espírito Santo?

E lembrei-me do dito do Senhor, quando disse: João certamente batizou com água