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La notte seguente, il Signore fu dinanzi a lui e gli disse: «Sii di buon animo; come m'hai reso testimonianza in Gerusalemme, così bisogna che tu me la renda anche in Roma».

Ma ora vi conforto a star di buon animo, giacchè nessuno di voi perirà, e solo la nave andrà perduta.

Perciò, uomini, fatevi animo, perché ho fede in Dio che avverrà così, come m'è stato detto.

Tutti allora si fecero animo e presero anch'essi del cibo.

Pero los judíos que no habían creído excitaron y envenenaron los ánimos de los gentiles contra los hermanos.

confortando los ánimos de los discípulos, exhortándoles a perseverar en la fe y diciéndoles: «Es necesario que pasemos por muchas tribulaciones para entrar en el Reino de Dios.»

Habiendo sabido que algunos de entre nosotros, sin mandato nuestro, os han perturbado con sus palabras, trastornando vuestros ánimos,

Cuando hubo cesado el tumulto, Pablo mandó llamar a los discípulos, los animó, se despidió de ellos y salió camino de Macedonia.

A la noche siguiente se le apareció el Señor y le dijo: «¡Animo!, pues como has dado testimonio de mí en Jerusalén, así debes darlo también en Roma.»

Pero ahora os recomiendo que tengáis buen ánimo

Por tanto, amigos, ¡ánimo! Yo tengo fe en Dios de que sucederá tal como se me ha dicho.

Los hermanos, informados de nuestra llegada, salieron a nuestro encuentro hasta el Foro Apio y Tres Tabernas. Pablo, al verlos, dio gracias a Dios y cobró ánimos.

Mas os judeus incrédulos incitaram e irritaram, contra os irmãos, os ânimos dos gentios.

Confirmando os ânimos dos discípulos, exortando-os a permanecer na fé, pois que por muitas tribulações nos importa entrar no reino de Deus.

E na noite seguinte, apresentando-se-lhe o Senhor, disse: Paulo, tem ânimo

Paulo, porém, fazendo-lhe o presidente sinal que falasse, respondeu: Porque sei que já vai para muitos anos que desta nação és juiz, com tanto melhor ânimo respondo por mim.

Mas agora vos admoesto a que tenhais bom ânimo, porque não se perderá a vida de nenhum de vós, mas somente o navio.

Portanto, ó senhores, tende bom ânimo

E, tendo já todos bom ânimo, puseram-se também a comer.

E de lá, ouvindo os irmãos novas de nós, nos saíram ao encontro à Praça de Ápio e às Três Vendas, e Paulo, vendo-os, deu graças a Deus e tomou ânimo.