Search results
Term: arte • Found: 98
e possan venire da parte del Signore i tempi del refrigerio, ch'egli vi mandi Gesù Cristo a voi predicato,
e, consapevole la moglie, si tenne per sé una parte del prezzo, portando il resto e deponendolo ai piedi degli apostoli.
Allora Pietro disse: «Anania, come mai Satana t'ha così preso il cuore che tu cerchi di mentire allo Spirito Santo con frodare una parte del prezzo del campo?
Tu non hai parte né sorte in tutto questo, perché il tuo cuore non è retto dinanzi a Dio.
Essendosi acceso un contrasto non piccolo tra Paolo e Barnaba contro costoro, fu deciso che Paolo e Barnaba e alcuni dell'altra parte, salissero a Gerusalemme dagli apostoli e dagli anziani per tal quistione.
Siccome abbiamo inteso che alcuni de' nostri, a cui non avevamo dato alcun incarico, partendo vi han turbato co' loro discorsi, sconvolgendo gli animi vostri;
e di lì a Filippi, che è la città principale di quella parte della Macedonia, ed è colonia; e vi passammo alquanti giorni.
Essendo dunque noi progenie di Dio, non dobbiamo credere che all'oro, o all'argento, o alla pietra scolpita ad arte e con ingegno umano sia simile la Divinità;
ma, poiché si tratta di questioni di parole e di nomi, e appartengono alla vostra legge, pensateci voi: io non voglio farmi giudice di queste cose».
Ma siccome alcuni si ostinavano a non credere, e sparlavano della dottrina del Signore dinanzi alla moltitudine, egli, separatosi da loro, riunì a parte i discepoli, e tenne ogni giorno adunanza d'istruzione nella scuola d'un certo Tiranno.
Egli li raccolse tutti, uniti con gli altri dello stesso mestiere e disse loro: «Amici, voi sapete che di questa nostra arte noi viviamo;
So infatti che, dopo la mia partenza, entreranno tra voi de' lupi rapaci; i quali non risparmieranno il gregge;
Paolo, sapendo che una parte era di Sadducei, e l'altra di Farisei, nel Sinedrio esclamò: «Fratelli, io son Fariseo, figlio di Farisei, e son chiamato in giudizio per la speranza nella risurrezione dei morti!».
E il tribuno, presolo per mano e ritiratosi in disparte con lui, gli domandò: «Che cos'hai da farmi sapere?».
e, ritiratisi in disparte, dicevano tra loro: «Quest'uomo non ha fatto nulla che meriti morte o prigione».
E dopo aver navigato lentamente per molti giorni, arrivammo con pena dirimpetto a Gnido, trattenuti dal vento, ci accostammo a Creta, dalla parte di Salmone;
gli altri poi li portarono parte su tavole, e parte su rottami della nave. E così avvenne che tutti si salvarono a terra.
Frigia, Panfilia, Egipto, la parte de Libia fronteriza con Cirene, forasteros romanos,
Viendo la valentía de Pedro y Juan, y sabiendo que eran hombres sin instrucción ni cultura, estaban maravillados. Reconocían, por una parte, que habían estado con Jesús
y se quedó con una parte del precio, sabiéndolo también su mujer
Pedro le dijo: «Ananías, ¿cómo es que Satanás llenó tu corazón para mentir al Espíritu Santo, y quedarte con parte del precio del campo?
Los que se habían dispersado iban por todas partes anunciando la Buena Nueva de la Palabra.
Le prestaban atención porque les había tenido atónitos por mucho tiempo con sus artes mágicas.
En este asunto no tienes tú parte ni herencia, pues tu corazón no es recto delante de Dios.
por su parte Pablo eligió por compañero a Silas y partió, encomendado por los hermanos a la gracia de Dios.
«Si somos, pues, del linaje de Dios, no debemos pensar que la divinidad sea algo semejante al oro, la plata o la piedra, modelados por el arte y el ingenio humano.
«Dios, pues, pasando por alto los tiempos de la ignorancia, anuncia ahora a los hombres que todos y en todas partes deben convertirse,
Pero como algunos, obstinados e incrédulos, hablaban mal del Camino ante la gente, rompió con ellos y formó grupo aparte con los discípulos
Cierto platero, llamado Demetrio, que labraba en plata templetes de Artemisa y proporcionaba no pocas ganancias a los artífices,
Y esto no solamente trae el peligro de que nuestra profesión caiga en descrédito, sino también de que el templo de la gran diosa Artemisa sea tenido en nada y venga a ser despojada de su grandeza aquella a quien adora toda el Asia y toda la tierra.»
Al oír esto, llenos de furor se pusieron a gritar: «¡Grande es la Artemisa de los efesios!»
Pero al conocer que era judío, todos a una voz se pusieron a gritar durante casi dos horas: «¡Grande es la Artemisa de los efesios!»
Cuando el magistrado logró calmar a la gente, dijo: «Efesios, ¿quién hay que no sepa que la ciudad de los efesios es la guardiana del templo de la gran Artemisa y de su estatua caída del cielo?
Y han oído decir de ti que enseñas a todos los judíos que viven entre los gentiles que se aparten de Moisés, diciéndoles que no circunciden a sus hijos ni observen las tradiciones.
y se pusieron a gritar: «¡Auxilio, hombres de Israel! Este es el hombre que va enseñando a todos por todas partes contra el pueblo, contra la Ley y contra este Lugar
Toda la ciudad se alborotó y la gente concurrió de todas partes. Se apoderaron de Pablo y lo arrastraron fuera del Templo
Pero entre la gente unos gritaban una cosa y otros otra. Como no pudiese sacar nada en claro a causa del alboroto, mandó que le llevasen al cuartel.
Cuando iban ya a meterle en el cuartel, Pablo dijo al tribuno: «¿Me permites decirte una palabra?» El le contestó: «Pero, ¿sabes griego?
El tribuno mandó llevarlo dentro del cuartel y dijo que lo sometieran a los azotes para averiguar por qué motivo gritaban así contra él.
Pablo, dándose cuenta de que una parte eran saduceos y la otra fariseos, gritó en medio del Sanedrín: «Hermanos, yo soy fariseo, hijo de fariseos
Como el altercado iba creciendo, temió el tribuno que Pablo fuese despedazado por ellos y mandó a la tropa que bajase, que le arrancase de entre ellos y le llevase al cuartel.
Vosotros por vuestra parte, de acuerdo con el Sanedrín, indicad al tribuno que os lo baje donde vosotros, como si quisierais examinar más a fondo su caso
El hijo de la hermana de Pablo se enteró de la celada. Se presentó en el cuartel, entró y se lo contó a Pablo.
El tribuno le tomó de la mano, le llevó aparte y le preguntó: «¿Qué es lo que tienes que contarme?»
a la mañana siguiente dejaron que los de caballería se fueran con él y ellos se volvieron al cuartel.
Pero para no molestarte más, te ruego que nos escuches un momento con tu característica clemencia.
Ni pueden tampoco probarte las cosas de que ahora me acusan.
Y al hablarle Pablo de la justicia, del dominio propio y del juicio futuro, Félix, aterrorizado, le interrumpió: «Por ahora puedes marcharte
Durante muchos días la navegación fue lenta y a duras penas llegamos a la altura de Gnido. Como el viento no nos dejaba entrar en puerto, navegamos al abrigo de Creta por la parte de Salmone
Pero deseamos oír de ti mismo lo que piensas, pues lo que de esa secta sabemos es que en todas partes se la contradice.»
Mais, grâce au secours de Dieu, j’ai subsisté jusqu’à ce jour, rendant témoignage devant les petits et les grands, sans m’écarter en rien de ce que les prophètes et Moïse ont déclaré devoir arriver,
Il y avait, dans les environs, des terres appartenant au principal personnage de l’île, nommé Publius, qui nous reçut et nous logea pendant trois jours de la manière la plus amicale.
vnd als er sie versamlet hatte, befalh er yhn, das sie nicht von Jerusalem wichen, sondern warteten auff die verheyssung des vaters, wilche yhr habt gehoret (sprach er) von myr,
Parter vnd Meder, vnd Elamiter, vnd die wyr wonen ynn Mesopotamien, vnd ynn Judea vnd Cappadokia, Ponto vnd Asia,
Er aber hielt sich gegen sie, wartet das er etwas von yhn empfienge,
vnd des andern tages kamen sie eyn gen Cesarien, Cornelios aber wartet auff sie, vnnd rieff zusamen seyne verwandten vnd freund,
vnd habe die hoffnung zu Gott, auff wilche auch sie selbs warten, nemlich, das zukunfftig sey die aufferstehung der todten, beyde der gerechten vnd vngerechten,
Sie aber warteten, wenn er schwellen wurd oder todt nydder fallen, da sie aber lange warteten, vnd sahen, das yhm nichts vngehewrß widderfur, verwandten sie sich vnd sprachen, Er were eyn Gott.
They therefore departed from the presence of the council, rejoicing that they were counted worthy to suffer dishonor for Jesus’ name.
Ananias departed, and entered into the house. Laying his hands on him, he said, “Brother Saul, the Lord, who appeared to you on the road by which you came, has sent me, that you may receive your sight, and be filled with the Holy Spirit.”
When the angel who spoke to him had departed, Cornelius called two of his household servants and a devout soldier of those who waited on him continually.
When they were past the first and the second guard, they came to the iron gate that leads into the city, which opened to them by itself. They went out, and went down one street, and immediately the angel departed from him.
But he, beckoning to them with his hand to be silent, declared to them how the Lord had brought him out of the prison. He said, “Tell these things to James, and to the brothers.” Then he departed, and went to another place.
Now Paul and his company set sail from Paphos, and came to Perga in Pamphylia. John departed from them and returned to Jerusalem.
They went out of the prison, and entered into Lydia’s house. When they had seen the brothers, they encouraged them, and departed.
But those who escorted Paul brought him as far as Athens. Receiving a commandment to Silas and Timothy that they should come to him very quickly, they departed.
After these things Paul departed from Athens, and came to Corinth.
He departed there, and went into the house of a certain man named Justus, one who worshiped God, whose house was next door to the synagogue.
Having spent some time there, he departed, and went through the region of Galatia, and Phrygia, in order, establishing all the disciples.
But when some were hardened and disobedient, speaking evil of the Way before the multitude, he departed from them, and separated the disciples, reasoning daily in the school of Tyrannus.
For a certain man named Demetrius, a silversmith, who made silver shrines of Artemis, brought no little business to the craftsmen,
Not only is there danger that this our trade come into disrepute, but also that the temple of the great goddess Artemis will be counted as nothing, and her majesty destroyed, whom all Asia and the world worships.”
When they heard this they were filled with anger, and cried out, saying, “Great is Artemis of the Ephesians!”
But when they perceived that he was a Jew, all with one voice for a time of about two hours cried out, “Great is Artemis of the Ephesians!”
When the town clerk had quieted the multitude, he said, “You men of Ephesus, what man is there who doesn’t know that the city of the Ephesians is temple keeper of the great goddess Artemis, and of the image which fell down from Zeus?
After the uproar had ceased, Paul sent for the disciples, took leave of them, and departed to go into Macedonia.
When he had gone up, and had broken bread, and eaten, and had talked with them a long while, even until break of day, he departed.
When it happened that we had parted from them and had set sail, we came with a straight course to Cos, and the next day to Rhodes, and from there to Patara.
When it happened that we had accomplished the days, we departed and went on our journey. They all, with wives and children, brought us on our way until we were out of the city. Kneeling down on the beach, we prayed.
On the next day, we, who were Paul’s companions, departed, and came to Caesarea. We entered into the house of Philip the evangelist, who was one of the seven, and stayed with him.
Immediately those who were about to examine him departed from him, and the commanding officer also was afraid when he realized that he was a Roman, because he had bound him.
When they didn’t agree among themselves, they departed after Paul had spoken one word, “The Holy Spirit spoke rightly through Isaiah, the prophet, to our fathers,
When he had said these words, the Jews departed, having a great dispute among themselves.
Para que tome parte neste ministério e apostolado, de que Judas se desviou, para ir para o seu próprio lugar.
E Frígia e Panfília, Egito e partes da Líbia, junto a Cirene, e forasteiros romanos, tanto judeus como prosélitos,
E, tomando-o pela mão direita, o levantou, e logo os seus pés e artelhos se firmaram.
E reteve parte do preço, sabendo-o também sua mulher
Disse então Pedro: Ananias, por que encheu Satanás o teu coração, para que mentisses ao Espírito Santo, e retivesses parte do preço da herdade?
E crescia a palavra de Deus, e em Jerusalém se multiplicava muito o número dos discípulos, e grande parte dos sacerdotes obedecia à fé.
Mas os que andavam dispersos iam por toda a parte, anunciando a palavra.
E estava ali um certo homem, chamado Simão, que anteriormente exercera naquela cidade a arte mágica, e tinha iludido o povo de Samaria, dizendo que era uma grande personagem
E atendiam-no, porque já desde muito tempo os havia iludido com artes mágicas.
Tu não tens parte nem sorte nesta palavra, porque o teu coração não é reto diante de Deus.
E aconteceu que, passando Pedro por toda a parte, veio também aos santos que habitavam em Lida.
E dali para Filipos, que é a primeira cidade desta parte da Macedônia, e é uma colônia
Também muitos dos que seguiam artes mágicas trouxeram os seus livros, e os queimaram na presença de todos e, feita a conta do seu preço, acharam que montava a cinqüenta mil peças de prata.
E Paulo, sabendo que uma parte era de saduceus e outra de fariseus, clamou no conselho: Homens irmãos, eu sou fariseu, filho de fariseu
E o tribuno, tomando-o pela mão, e pondo-se à parte, perguntou-lhe em particular: Que tens que me contar?