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Term: daba • Found: 19
y de un salto se puso en pie y andaba. Entró con ellos en el Templo andando, saltando y alabando a Dios.
Todo el pueblo le vio cómo andaba y alababa a Dios
Los apóstoles daban testimonio con gran poder de la resurrección del Señor Jesús. Y gozaban todos de gran simpatía.
Al ver Simón que mediante la imposición de las manos de los apóstoles se daba el Espíritu, les ofreció dinero diciendo:
Todos los que le oían quedaban atónitos y decían: «¿No es éste el que en Jerusalén perseguía encarnizadamente a los que invocaban ese nombre, y no ha venido aquí con el objeto de llevárselos atados a los sumos sacerdotes?»
Andaba con ellos por Jerusalén, predicando valientemente en el nombre del Señor.
Pedro, que andaba recorriendo todos los lugares, bajó también a visitar a los santos que habitaban en Lida.
piadoso y temeroso de Dios, como toda su familia, daba muchas limosnas al pueblo y continuamente oraba a Dios.
llamaron y preguntaron si se hospedaba allí Simón, llamado Pedro.
Pasaron la primera y segunda guardia y llegaron a la puerta de hierro que daba a la ciudad. Esta se les abrió por sí misma. Salieron y anduvieron hasta el final de una calle. Y de pronto el ángel le dejó.
Llegados a Salamina anunciaban la Palabra de Dios en las sinagogas de los judíos. Tenían también a Juan que les ayudaba.
Pues ahora, mira la mano del Señor sobre ti. Te quedarás ciego y no verás el sol hasta un tiempo determinado.» Al instante cayeron sobre él oscuridad y tinieblas y daba vueltas buscando quien le llevase de la mano.
Los hermanos de Listra e Iconio daban de él un buen testimonio.
Envió a Macedonia a dos de sus auxiliares, Timoteo y Erasto, mientras él se quedaba algún tiempo en Asia.
Pablo había resuelto pasar de largo por Éfeso, para no perder tiempo en Asia. Se daba prisa, porque quería estar, si le era posible, el día de Pentecostés en Jerusalén.
Yo respondí: "Señor, ellos saben que yo andaba por las sinagogas encarcelando y azotando a los que creían en ti
y cuando se derramó la sangre de tu testigo Esteban, yo también me hallaba presente, y estaba de acuerdo con los que le mataban y guardaba sus vestidos."
Pero el centurión daba más crédito al piloto y al patrón que no a las palabras de Pablo.
Le señalaron un día y vinieron en mayor número adonde se hospedaba. El les iba exponiendo el Reino de Dios, dando testimonio e intentando persuadirles acerca de Jesús, basándose en la Ley de Moisés y en los Profetas, desde la mañana hasta la tarde.