Montre de Chapitre Verse à Chapitre Verse
[...]   Festus ne passa que huit à dix jours parmi eux, puis il descendit à Césarée. Le lendemain, s’étant assis sur son tribunal, il donna l’ordre qu’on amenât Paul.   [...]

Actes des Apôtres: chapitre 25, verse 6

Search results

Term: ombre • Found: 135
Estando ellos mirando fijamente al cielo mientras se iba, se les aparecieron dos hombres vestidos de blanco
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 1, Verso 10
«Conviene, pues, que de entre los hombres que anduvieron con nosotros todo el tiempo que el Señor Jesús convivió con nosotros,
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 1, Verso 21
Presentaron a dos: a José, llamado Barsabás, por sobrenombre Justo, y a Matías.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 1, Verso 23
Había en Jerusalén hombres piadosos, que allí residían, venidos de todas las naciones que hay bajo el cielo.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 2, Verso 5
Y todo el que invoque el nombre del Señor se salvará.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 2, Verso 21
«Israelitas, escuchad estas palabras: A Jesús, el Nazoreo, hombre acreditado por Dios entre vosotros con milagros, prodigios y señales que Dios hizo por su medio entre vosotros, como vosotros mismos sabéis,
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 2, Verso 22
Pedro les contestó: «Convertíos y que cada uno de vosotros se haga bautizar en el nombre de Jesucristo, para remisión de vuestros pecados
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 2, Verso 38
Había un hombre, tullido desde su nacimiento, al que llevaban y ponían todos los días junto a la puerta del Templo llamada Hermosa para que pidiera limosna a los que entraban en el Templo.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 3, Verso 2
Y por la fe en su nombre, este mismo nombre ha restablecido a éste que vosotros veis y conocéis
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 3, Verso 16
Les pusieron en medio y les preguntaban: «¿Con qué poder o en nombre de quién habéis hecho vosotros eso?»
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 4, Verso 7
sabed todos vosotros y todo el pueblo de Israel que ha sido por el nombre de Jesucristo, el Nazoreo, a quien vosotros crucificasteis y a quien Dios resucitó de entre los muertos
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 4, Verso 10
Porque no hay bajo el cielo otro nombre dado a los hombres por el que nosotros debamos salvarnos.»
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 4, Verso 12
Viendo la valentía de Pedro y Juan, y sabiendo que eran hombres sin instrucción ni cultura, estaban maravillados. Reconocían, por una parte, que habían estado con Jesús
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 4, Verso 13
y al mismo tiempo veían de pie, junto a ellos, al hombre que había sido curado
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 4, Verso 14
Decían: «¿Qué haremos con estos hombres? Es evidente para todos los habitantes de Jerusalén, que ellos han realizado una señal manifiesta, y no podemos negarlo.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 4, Verso 16
Pero a fin de que esto no se divulgue más entre el pueblo, amenacémosles para que no hablen ya más a nadie en este nombre.»
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 4, Verso 17
Les llamaron y les mandaron que de ninguna manera hablasen o enseñasen en el nombre de Jesús.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 4, Verso 18
pues el hombre en quien se había realizado esta señal de curación tenía más de cuarenta años.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 4, Verso 22
extendiendo tu mano para realizar curaciones, señales y prodigios por el nombre de tu santo siervo Jesús.»
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 4, Verso 30
Un hombre llamado Ananías, de acuerdo con su mujer Safira, vendió una propiedad,
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 5, Verso 1
¿Es que mientras lo tenías no era tuyo, y una vez vendido no podías disponer del precio? ¿Por qué determinaste en tu corazón hacer esto? Nos has mentido a los hombres, sino a Dios.»
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 5, Verso 4
Los creyentes cada vez en mayor número se adherían al Señor, una multitud de hombres y mujeres.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 5, Verso 14
Se presentó entonces uno que les dijo: «Mirad, los hombres que pusisteis en prisión están en el Templo y enseñan al pueblo.»
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 5, Verso 25
y les dijo: «Os prohibimos severamente enseñar en ese nombre, y sin embargo vosotros habéis llenado Jerusalén con vuestra doctrina y queréis hacer recaer sobre nosotros la sangre de ese hombre.»
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 5, Verso 28
Pedro y los apóstoles contestarón: «Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 5, Verso 29
Entonces un fariseo llamado Gamaliel, doctor de la ley, con prestigio ante todo el pueblo, se levantó en el Sanedrín. Mandó que se hiciera salir un momento a aquellos hombres,
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 5, Verso 34
y les dijo: «Israelitas, mirad bien lo que vais a hacer con estos hombres.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 5, Verso 35
Porque hace algún tiempo se levantó Teudas, que pretendía ser alguien y que reunió a su alrededor unos cuatrocientos hombres
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 5, Verso 36
Os digo, pues, ahora: desentendeos de estos hombres y dejadlos. Porque si esta idea o esta obra es de los hombres, se destruirá
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 5, Verso 38
Ellos marcharon de la presencia del Sanedrín contentos por haber sido considerados dignos de sufrir ultrajes por el Nombre.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 5, Verso 41
Por tanto, hermanos, buscad de entre vosotros a siete hombres, de buena fama, llenos de Espíritu y de sabiduría, y los pondremos al frente de este cargo
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 6, Verso 3
Pareció bien la propuesta a toda la asamblea y escogieron a Esteban, hombre lleno de fe y de Espíritu Santo, a Felipe, a Prócoro, a Nicanor, a Timón, a Pármenas y a Nicolás, prosélito de Antioquía
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 6, Verso 5
Entonces sobornaron a unos hombres para que dijeran: «Nosotros hemos oído a éste pronunciar palabras blasfemas contra Moisés y contra Dios.»
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 6, Verso 11
Presentaron entonces testigos falsos que declararon: «Este hombre no para de hablar en contra del Lugar Santo y de la Ley
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 6, Verso 13
aunque el Altísimo no habita en casas hechas por mano de hombre como dice el profeta:
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 7, Verso 48
y dijo: «Estoy viendo los cielos abiertos y al Hijo del hombre que está en pie a la diestra de Dios.»
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 7, Verso 56
Unos hombres piadosos sepultaron a Esteban e hicieron gran duelo por él.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 8, Verso 2
En la ciudad había ya de tiempo atrás un hombre llamado Simón que practicaba la magia y tenía atónito al pueblo de Samaria y decía que él era algo grande.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 8, Verso 9
Pero cuando creyeron a Felipe que anunciaba la Buena Nueva del Reino de Dios y el nombre de Jesucristo, empezaron a bautizarse hombres y mujeres.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 8, Verso 12
y le pidió cartas para las sinagogas de Damasco, para que si encontraba algunos seguidores del Camino, hombres o mujeres, los pudiera llevar atados a Jerusalén.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 9, Verso 2
Los hombres que iban con él se habían detenido mudos de espanto
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 9, Verso 7
y ha visto que un hombre llamado Ananías entraba y le imponía las manos para devolverle la vista.»
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 9, Verso 12
Respondió Ananías: «Señor, he oído a muchos hablar de ese hombre y de los muchos males que ha causado a tus santos en Jerusalén
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 9, Verso 13
y que está aquí con poderes de los sumos sacerdotes para apresar a todos los que invocan tu nombre.»
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 9, Verso 14
El Señor le contestó: «Vete, pues éste me es un instrumento de elección que lleve mi nombre ante los gentiles, los reyes y los hijos de Israel.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 9, Verso 15
Yo le mostraré todo lo que tendrá que padecer por mi nombre.»
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 9, Verso 16
Todos los que le oían quedaban atónitos y decían: «¿No es éste el que en Jerusalén perseguía encarnizadamente a los que invocaban ese nombre, y no ha venido aquí con el objeto de llevárselos atados a los sumos sacerdotes?»
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 9, Verso 21
Entonces Bernabé le tomó y le presentó a los apóstoles y les contó cómo había visto al Señor en el camino y que le había hablado y cómo había predicado con valentía en Damasco en el nombre de Jesús.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 9, Verso 27
Andaba con ellos por Jerusalén, predicando valientemente en el nombre del Señor.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 9, Verso 28
Encontró allí a un hombre llamado Eneas, tendido en una camilla desde hacía ocho años, pues estaba paralítico.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 9, Verso 33
Lida está cerca de Joppe, y los discípulos, al enterarse que Pedro estaba allí, enviaron dos hombres con este ruego: «No tardes en venir a nosotros.»
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 9, Verso 38
Había en Cesarea un hombre, llamado Cornelio, centurión de la cohorte Itálica,
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 10, Verso 1
Ahora envía hombres a Joppe y haz venir a un tal Simón, a quien llaman Pedro.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 10, Verso 5
Estaba Pedro perplejo pensando qué podría significar la visión que había visto, cuando los hombres enviados por Cornelio, después de preguntar por la casa de Simón, se presentaron en la puerta
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 10, Verso 17
Estando Pedro pensando en la visión, le dijo el Espíritu: «Ahí tienes unos hombres que te buscan.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 10, Verso 19
Ellos respondieron: «El centurión Cornelio, hombre justo y temeroso de Dios, reconocido como tal por el testimonio de toda la nación judía, ha recibido de un ángel santo el aviso de hacerte venir a su casa y de escuchar lo que tú digas.»
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 10, Verso 22
Pedro le levantó diciéndole: «Levántate, que también yo soy un hombre.»
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 10, Verso 26
De éste todos los profetas dan testimonio de que todo el que cree en él alcanza, por su nombre, el perdón de los pecados.»
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 10, Verso 43
Y mandó que fueran bautizados en el nombre de Jesucristo. Entonces le pidieron que se quedase algunos días.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 10, Verso 48
«En aquel momento se presentaron tres hombres en la casa donde nosotros estábamos, enviados a mí desde Cesarea.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 11, Verso 11
El Espíritu me dijo que fuera con ellos sin dudar. Fueron también conmigo estos seis hermanos, y entramos en la casa de aquel hombre.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 11, Verso 12
porque era un hombre bueno, lleno de Espíritu Santo y de fe. Y una considerable multitud se agregó al Señor.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 11, Verso 24
y en cuanto le encontró, le llevó a Antioquía. Estuvieron juntos durante un año entero en la Iglesia y adoctrinaron a una gran muchedumbre. En Antioquía fue donde, por primera vez, los discípulos recibieron el nombre de «cristianos».
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 11, Verso 26
Consciente de su situación, marchó a casa de María, madre de Juan, por sobrenombre Marcos, donde se hallaban muchos reunidos en oración.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 12, Verso 12
Entonces el pueblo se puso a aclamarle: «¡Es un dios el que habla, no un hombre!»
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 12, Verso 22
Bernabé y Saulo volvieron, una vez cumplido su ministerio en Jerusalén, trayéndose consigo a Juan, por sobrenombre Marcos.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 12, Verso 25
que estaba con el procónsul Sergio Paulo, hombre prudente. Este hizo llamar a Bernabé y Saulo, deseoso de escuchar la Palabra de Dios.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 13, Verso 7
Pero se les oponía el mago Elimas -pues eso quiere decir su nombre- intentando apartar al procónsul de la fe.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 13, Verso 8
Depuso a éste y les suscitó por rey a David, de quien precisamente dio este testimonio: He encontrado a David, el hijo de Jesé, un hombre según mi corazón, que realizará todo lo que yo quiera.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 13, Verso 22
Había allí, sentado, un hombre tullido de pies, cojo de nacimiento y que nunca había andado.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 14, Verso 8
La gente, al ver lo que Pablo había hecho, empezó a gritar en licaonio: «Los dioses han bajado hasta nosotros en figura de hombres.»
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 14, Verso 11
«Amigos, ¿por qué hacéis esto? Nosotros somos también hombres, de igual condición que vosotros, que os predicamos que abandonéis estas cosas vanas y os volváis al Dios vivo que hizo el cielo, la tierra, el mar y cuanto en ellos hay,
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 14, Verso 15
Simeón ha referido cómo Dios ya al principio intervino para procurarse entre los gentiles un pueblo para su Nombre.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 15, Verso 14
Para que el resto de los hombres busque al Señor, y todas las naciones que han sido consagradas a mi nombre, dice el Señor que hace
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 15, Verso 17
Entonces decidieron los apóstoles y presbíteros, de acuerdo con toda la Iglesia, elegir de entre ellos algunos hombres y enviarles a Antioquía con Pablo y Bernabé
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 15, Verso 22
hemos decidido de común acuerdo elegir algunos hombres y enviarlos donde vosotros, juntamente con nuestros queridos Bernabé y Pablo,
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 15, Verso 25
que son hombres que han entregado su vida a la causa de nuestro Señor Jesucristo.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 15, Verso 26
Nos seguía a Pablo y a nosotros gritando: «Estos hombres son siervos del Dios Altísimo, que os anuncian un camino de salvación.»
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 16, Verso 17
Venía haciendo esto durante muchos días. Cansado Pablo, se volvió y dijo al espíritu: «En nombre de Jesucristo te mando que salgas de ella.» Y en el mismo instante salió.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 16, Verso 18
los presentaron a los pretores y dijeron: «Estos hombres alborotan nuestra ciudad
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 16, Verso 20
Llegado el día, los pretores enviaron a los lictores a decir al carcelero: «Pon en libertad a esos hombres.»
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 16, Verso 35
Creyeron, pues, muchos de ellos y, entre los griegos, mujeres distinguidas y no pocos hombres.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 17, Verso 12
«Dios, pues, pasando por alto los tiempos de la ignorancia, anuncia ahora a los hombres que todos y en todas partes deben convertirse,
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 17, Verso 30
porque ha fijado el día en que va a juzgar al mundo según justicia, por el hombre que ha destinado, dando a todos una garantía al resucitarlo de entre los muertos.»
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 17, Verso 31
Pero algunos hombres se adhirieron a él y creyeron, entre ellos Dionisio Areopagita, una mujer llamada Damaris y algunos otros con ellos.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 17, Verso 34
Pero como se trata de discusiones sobre palabras y nombres y cosas de vuestra Ley, allá vosotros. Yo no quiero ser juez en estos asuntos.»
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 18, Verso 15
Un judío, llamado Apolo, originario de Alejandría, hombre elocuente, que dominaba las Escrituras, llegó a Éfeso.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 18, Verso 24
Cuando oyeron esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 19, Verso 5
Eran en total unos doce hombres.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 19, Verso 7
Algunos exorcistas judíos ambulantes intentaron también invocar el nombre del Señor Jesús sobre los que tenían espíritus malos, y decían: «Os conjuro por Jesús a quien predica Pablo.»
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 19, Verso 13
Y arrojándose sobre ellos el hombre poseído del mal espíritu, dominó a unos y otros y pudo con ellos de forma que tuvieron que huir de aquella casa desnudos y cubiertos de heridas.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 19, Verso 16
Llegaron a enterarse de esto todos los habitantes de Éfeso, tanto judíos como griegos. El temor se apoderó de todos ellos y fue glorificado el nombre del Señor Jesús.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 19, Verso 17
Habéis traído acá a estos hombres que no son sacrílegos ni blasfeman contra nuestra diosa.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 19, Verso 37
y también que de entre vosotros mismos se levantarán hombres que hablarán cosas perversas, para arrastrar a los discípulos detrás de sí.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 20, Verso 30
se acercó a nosotros, tomó el cinturón de Pablo, se ató sus pies y sus manos y dijo: «Esto dice el Espíritu Santo: Así atarán los judíos en Jerusalén al hombre de quien es este cinturón. Y le entregarán en manos de los gentiles.»
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 21, Verso 11
Entonces Pablo contestó: «¿Por qué habéis de llorar y destrozarme el corazón? Pues yo estoy dispuesto no sólo a ser atado, sino a morir también en Jerusalén por el nombre del Señor Jesús.»
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 21, Verso 13
Haz, pues, lo que te vamos a decir: Hay entre nosotros cuatro hombres que tienen un voto que cumplir.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 21, Verso 23
Entonces Pablo tomó al día siguiente a los hombres, y habiéndose purificado con ellos, entró en el Templo para declarar el cumplimiento del plazo de los días de la purificación cuando se había de presentar la ofrenda por cada uno de ellos.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 21, Verso 26
y se pusieron a gritar: «¡Auxilio, hombres de Israel! Este es el hombre que va enseñando a todos por todas partes contra el pueblo, contra la Ley y contra este Lugar
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 21, Verso 28
Yo perseguí a muerte a este Camino, encadenando y arrojando a la cárcel a hombres y mujeres,
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 22, Verso 4
«Un tal Ananías, hombre piadoso según la Ley, bien acreditado por todos los judíos que habitaban allí,
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 22, Verso 12
pues le has de ser testigo ante todos los hombres de lo que has visto y oído.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 22, Verso 15
Y ahora, ¿qué esperas? Levántate, recibe el bautismo y lava tus pecados invocando su nombre."
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 22, Verso 16
Al oír esto el centurión fue donde el tribuno y le dijo: «¿Qué vas a hacer? Este hombre es ciudadano romano.»
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 22, Verso 26
Se levantó, pues, un gran griterío. Se pusieron en pie algunos escribas del partido de los fariseos y se oponían diciendo: «Nosotros no hallamos nada malo en este hombre. ¿Y si acaso le habló algún espíritu o un ángel?»
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 23, Verso 9
Pero tú no les hagas caso, pues le preparan una celada más de cuarenta hombres de entre ellos, que se han comprometido bajo anatema a no comer ni beber hasta haberle dado muerte
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 23, Verso 21
Este hombre había sido apresado por los judíos y estaban a punto de matarlo cuando, al saber que era romano, acudí yo con la tropa y le libré de sus manos.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 23, Verso 27
Pero habiéndome llegado el aviso de que se preparaba una celada contra este hombre, al punto te lo he mandado y he informado además a sus acusadores que formulen sus quejas contra él ante ti.»
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 23, Verso 30
Hemos encontrado esta peste de hombre que provoca altercados entre los judíos de toda la tierra y que es el jefe principal de la secta de los nazoreos.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 24, Verso 5
Por eso yo también me esfuerzo por tener constantemente una conciencia limpia ante Dios y ante los hombres.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 24, Verso 16
«Que bajen conmigo, les dijo, los que entre vosotros tienen autoridad y si este hombre es culpable en algo, formulen acusación contra él.»
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 25, Verso 5
Como pasaran allí bastantes días, Festo expuso al rey el caso de Pablo: «Hay aquí un hombre, le dijo, que Félix dejó prisionero.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 25, Verso 14
Yo les respondí que no es costumbre de los romanos entregar a un hombre antes de que el acusado tenga ante sí a los acusadores y se le dé la posibilidad de defenderse de la acusación.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 25, Verso 16
Ellos vinieron aquí juntamente conmigo, y sin dilación me senté al día siguiente en el tribunal y mandé traer al hombre.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 25, Verso 17
Agripa dijo a Festo: «Querría yo también oír a ese hombre.» - «Mañana, dijo, le oirás.»
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 25, Verso 22
«Yo, pues, me había creído obligado a combatir con todos los medios el nombre de Jesús, el Nazoreo.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 26, Verso 9
y mientras se retiraban iban diciéndose unos a otros: «Este hombre no ha hecho nada digno de muerte o de prisión.»
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 26, Verso 31
Agripa dijo a Festo: «Podía ser puesto en libertad este hombre si no hubiera apelado al César.»
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 26, Verso 32
Los nativos, cuando vieron el animal colgado de su mano, se dijeron unos a otros: «Este hombre es seguramente un asesino
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 28, Verso 4
En ces jours-là, Pierre se leva au milieu des frères, le nombre des personnes réunies étant d’environ cent vingt. Et il dit :
Actes des Apôtres, Chapitre 1, Verse 15
Car la promesse est pour vous, pour vos enfants, et pour tous ceux qui sont au loin, en aussi grand nombre que le Seigneur notre Dieu les appellera.
Actes des Apôtres, Chapitre 2, Verse 39
Cependant, beaucoup de ceux qui avaient entendu la parole crurent, et le nombre des hommes s’éleva à environ cinq mille.
Actes des Apôtres, Chapitre 4, Verse 4
Le nombre de ceux qui croyaient au Seigneur, hommes et femmes, s’augmentait de plus en plus
Actes des Apôtres, Chapitre 5, Verse 14
en sorte qu’on apportait les malades dans les rues et qu’on les plaçait sur des lits et des couchettes, afin que, lorsque Pierre passerait, son ombre au moins couvrît quelqu’un d’eux.
Actes des Apôtres, Chapitre 5, Verse 15
En ce temps-là, le nombre des disciples augmentant, les Hellénistes murmurèrent contre les Hébreux, parce que leurs veuves étaient négligées dans la distribution qui se faisait chaque jour.
Actes des Apôtres, Chapitre 6, Verse 1
La parole de Dieu se répandait de plus en plus, le nombre des disciples augmentait beaucoup à Jérusalem, et une grande foule de sacrificateurs obéissaient à la foi.
Actes des Apôtres, Chapitre 6, Verse 7
La main du Seigneur était avec eux, et un grand nombre de personnes crurent et se convertirent au Seigneur.
Actes des Apôtres, Chapitre 11, Verse 21
Car c’était un homme de bien, plein d’Esprit-Saint et de foi. Et une foule assez nombreuse se joignit au Seigneur.
Actes des Apôtres, Chapitre 11, Verse 24
Cependant la parole de Dieu se répandait de plus en plus, et le nombre des disciples augmentait.
Actes des Apôtres, Chapitre 12, Verse 24
Quand ils eurent évangélisé cette ville et fait un certain nombre de disciples, ils retournèrent à Lystre, à Icone et à Antioche,
Actes des Apôtres, Chapitre 14, Verse 21
Les Églises se fortifiaient dans la foi, et augmentaient en nombre de jour en jour.
Actes des Apôtres, Chapitre 16, Verse 5
Car je suis avec toi, et personne ne mettra la main sur toi pour te faire du mal : parle, car j’ai un peuple nombreux dans cette ville.
Actes des Apôtres, Chapitre 18, Verse 10
Et un certain nombre de ceux qui avaient exercé les arts magiques, ayant apporté leurs livres, les brûlèrent devant tout le monde : on en estima la valeur à cinquante mille pièces d’argent.
Actes des Apôtres, Chapitre 19, Verse 19
Il parcourut cette contrée, en adressant aux disciples de nombreuses exhortations.
Actes des Apôtres, Chapitre 20, Verse 2
Quand il fut arrivé, les Juifs qui étaient venus de Jérusalem l’entourèrent, et portèrent contre lui de nombreuses et graves accusations, qu’ils n’étaient pas en état de prouver.
Actes des Apôtres, Chapitre 25, Verse 7