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[...]   «Nuestros padres tenían en el desierto la Tienda del Testimonio, como mandó el que dijo a Moisés que la hiciera según el modelo que había visto.   [...]

Hechos de los Apóstoles: capítulo 7, verso 44

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Que Juan bautizó con agua, pero vosotros seréis bautizados en el Espíritu Santo dentro de pocos días».
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 1, Verso 5
El les contestó: «A vosotros no os toca conocer el tiempo y el momento que ha fijado el Padre con su autoridad,
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 1, Verso 7
sino que recibiréis la fuerza del Espíritu Santo, que vendrá sobre vosotros, y seréis mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra.»
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 1, Verso 8
Pues en el libro de los Salmos está escrito: = Quede su majada desierta, y no haya quien habite en ella. Y también: Que otro reciba su cargo.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 1, Verso 20
«Conviene, pues, que de entre los hombres que anduvieron con nosotros todo el tiempo que el Señor Jesús convivió con nosotros,
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 1, Verso 21
a partir del bautismo de Juan hasta el día en que nos fue llevado, uno de ellos sea constituido testigo con nosotros de su resurrección.»
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 1, Verso 22
Pues ¿cómo cada uno de nosotros les oímos en nuestra propia lengua nativa?
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 2, Verso 8
Todos estaban estupefactos y perplejos y se decían unos a otros: «¿Qué significa esto?»
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 2, Verso 12
Otros en cambio decían riéndose: «¡Están llenos de mosto!»
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 2, Verso 13
No están éstos borrachos, como vosotros suponéis, pues es la hora tercia del día,
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 2, Verso 15
«Israelitas, escuchad estas palabras: A Jesús, el Nazoreo, hombre acreditado por Dios entre vosotros con milagros, prodigios y señales que Dios hizo por su medio entre vosotros, como vosotros mismos sabéis,
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 2, Verso 22
a éste, que fue entregado según el determinado designio y previo conocimiento de Dios, vosotros le matasteis clavándole en la cruz por mano de los impíos
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 2, Verso 23
«Hermanos, permitidme que os diga con toda libertad cómo el patriarca David murió y fue sepultado y su tumba permanece entre nosotros hasta el presente.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 2, Verso 29
Y exaltado por la diestra de Dios, ha recibido del Padre el Espíritu Santo prometido y ha derramado lo que vosotros veis y oís.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 2, Verso 33
«Sepa, pues, con certeza toda la casa de Israel que Dios ha constituido Señor y Cristo a este Jesús a quien vosotros habéis crucificado.»
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 2, Verso 36
Pedro les contestó: «Convertíos y que cada uno de vosotros se haga bautizar en el nombre de Jesucristo, para remisión de vuestros pecados
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 2, Verso 38
pues la Promesa es para vosotros y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos, para cuantos llame el Señor Dios nuestro.»
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 2, Verso 39
El Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros padres, ha glorificado a su siervo Jesús, a quien vosotros entregasteis y de quien renegasteis ante Pilato, cuando éste estaba resuelto a ponerle en libertad.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 3, Verso 13
Vosotros renegasteis del Santo y del Justo, y pedisteis que se os hiciera gracia de un asesino,
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 3, Verso 14
y matasteis al Jefe que lleva a la Vida. Pero Dios le resucitó de entre los muertos, y nosotros somos testigos de ello.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 3, Verso 15
Y por la fe en su nombre, este mismo nombre ha restablecido a éste que vosotros veis y conocéis
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 3, Verso 16
«Vosotros sois los hijos de los profetas y de la alianza que Dios estableció con vuestros padres al decir a Abraham: En tu descendencia serán bendecidas todas las familias de la tierra.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 3, Verso 25
Para vosotros en primer lugar ha resucitado Dios a su Siervo y le ha enviado para bendeciros, apartándoos a cada uno de vuestras iniquidades.»
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 3, Verso 26
Les pusieron en medio y les preguntaban: «¿Con qué poder o en nombre de quién habéis hecho vosotros eso?»
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 4, Verso 7
sabed todos vosotros y todo el pueblo de Israel que ha sido por el nombre de Jesucristo, el Nazoreo, a quien vosotros crucificasteis y a quien Dios resucitó de entre los muertos
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 4, Verso 10
El es la piedra que vosotros, los constructores, habéis despreciado y que se ha convertido en piedra angular.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 4, Verso 11
Porque no hay bajo el cielo otro nombre dado a los hombres por el que nosotros debamos salvarnos.»
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 4, Verso 12
Mas Pedro y Juan les contestaron: «Juzgad si es justo delante de Dios obedeceros a vosotros más que a Dios.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 4, Verso 19
No podemos nosotros dejar de hablar de lo que hemos visto y oído.»
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 4, Verso 20
pero nadie de los otros se atrevía a juntarse a ellos, aunque el pueblo hablaba de ellos con elogio.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 5, Verso 13
y les dijo: «Os prohibimos severamente enseñar en ese nombre, y sin embargo vosotros habéis llenado Jerusalén con vuestra doctrina y queréis hacer recaer sobre nosotros la sangre de ese hombre.»
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 5, Verso 28
El Dios de nuestros padres resucitó a Jesús a quien vosotros disteis muerte colgándole de un madero.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 5, Verso 30
Nosotros somos testigos de estas cosas, y también el Espíritu Santo que ha dado Dios a los que le obedecen.»
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 5, Verso 32
Los Doce convocaron la asamblea de los discípulos y dijeron: «No parece bien que nosotros abandonemos la Palabra de Dios por servir a las mesas.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 6, Verso 2
Por tanto, hermanos, buscad de entre vosotros a siete hombres, de buena fama, llenos de Espíritu y de sabiduría, y los pondremos al frente de este cargo
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 6, Verso 3
mientras que nosotros nos dedicaremos a la oración y al ministerio de la Palabra.»
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 6, Verso 4
Se levantaron unos de la sinagoga llamada de los Libertos, cirenenses y alejandrinos, y otros de Cilicia y Asia, y se pusieron a disputar con Esteban
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 6, Verso 9
Entonces sobornaron a unos hombres para que dijeran: «Nosotros hemos oído a éste pronunciar palabras blasfemas contra Moisés y contra Dios.»
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 6, Verso 11
Entonces salió de la tierra de los caldeos y se estableció en Jarán. Y después de morir su padre, Dios le hizo emigrar de allí a esta tierra que vosotros habitáis ahora.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 7, Verso 4
Al día siguiente se les presentó mientras estaban peleándose y trataba de ponerles en paz diciendo: "Amigos, que sois hermanos, ¿por qué os maltratáis uno a otro?"
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 7, Verso 26
Pero el que maltrataba a su compañero le rechazó diciendo: "¿Quién te ha nombrado jefe y juez sobre nosotros?
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 7, Verso 27
y dijeron a Aarón: "Haznos dioses que vayan delante de nosotros
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 7, Verso 40
«¡Duros de cerviz, incircuncisos de corazón y de oídos! ¡Vosotros siempre resistís al Espíritu Santo! ¡Como vuestros padres, así vosotros!
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 7, Verso 51
¿A qué profeta no persiguieron vuestros padres? Ellos mataron a los que anunciaban de antemano la venida del Justo, de aquel a quien vosotros ahora habéis traicionado y asesinado
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 7, Verso 52
vosotros que recibisteis la Ley por mediación de ángeles y no la habéis guardado.»
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 7, Verso 53
Simón respondió: «Rogad vosotros al Señor por mí, para que no venga sobre mí ninguna de esas cosas que habéis dicho.»
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 8, Verso 24
El eunuco preguntó a Felipe: «Te ruego me digas de quién dice esto el profeta: ¿de sí mismo o de otro?»
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 8, Verso 34
Lida está cerca de Joppe, y los discípulos, al enterarse que Pedro estaba allí, enviaron dos hombres con este ruego: «No tardes en venir a nosotros.»
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 9, Verso 38
Y les dijo: «Vosotros sabéis que no le está permitido a un judío juntarse con un extranjero ni entrar en su casa
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 10, Verso 28
Al instante mandé enviados donde ti, y tú has hecho bien en venir. Ahora, pues, todos nosotros, en la presencia de Dios, estamos dispuestos para escuchar todo lo que te ha sido ordenado por el Señor.»
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 10, Verso 33
Vosotros sabéis lo sucedido en toda Judea, comenzando por Galilea, después que Juan predicó el bautismo
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 10, Verso 37
y nosotros somos testigos de todo lo que hizo en la región de los judíos y en Jerusalén
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 10, Verso 39
no a todo el pueblo, sino a los testigos que Dios había escogido de antemano, a nosotros que comimos y bebimos con él después que resucitó de entre los muertos.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 10, Verso 41
«¿Acaso puede alguno negar el agua del bautismo a éstos que han recibido el Espíritu Santo como nosotros?»
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 10, Verso 47
«En aquel momento se presentaron tres hombres en la casa donde nosotros estábamos, enviados a mí desde Cesarea.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 11, Verso 11
«Había empezado yo a hablar cuando cayó sobre ellos el Espíritu Santo, como al principio había caído sobre nosotros.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 11, Verso 15
Me acordé entonces de aquellas palabras que dijo el Señor: Juan bautizó con agua, pero vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 11, Verso 16
Por tanto, si Dios les ha concedido el mismo don que a nosotros, por haber creído en el Señor Jesucristo, ¿quién era yo para poner obstáculos a Dios?»
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 11, Verso 17
El les hizo señas con la mano para que callasen y les contó cómo el Señor le había sacado de la prisión. Y añadió: «Comunicad esto a Santiago y a los hermanos.» Salió y marchó a otro lugar.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 12, Verso 17
Al final de su carrera, Juan decía: "Yo no soy el que vosotros os pensáis, sino mirad que viene detrás de mí aquel a quien no soy digno de desatar las sandalias de los pies."
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 13, Verso 25
«Hermanos, hijos de la raza de Abraham, y cuantos entre vosotros temen a Dios: a vosotros ha sido enviada esta Palabra de salvación.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 13, Verso 26
«También nosotros os anunciamos la Buena Nueva de que la Promesa hecha a los padres
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 13, Verso 32
Dios la ha cumplido en nosotros, los hijos, al resucitar a Jesús, como está escrito en los salmos: Hijo mío eres tú
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 13, Verso 33
Por eso dice también en otro lugar: No permitirás que tu santo experimente la corrupción.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 13, Verso 35
Entonces dijeron con valentía Pablo y Bernabé: «Era necesario anunciaros a vosotros en primer lugar la Palabra de Dios
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 13, Verso 46
La gente de la ciudad se dividió: unos a favor de los judíos y otros a favor de los apóstoles.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 14, Verso 4
La gente, al ver lo que Pablo había hecho, empezó a gritar en licaonio: «Los dioses han bajado hasta nosotros en figura de hombres.»
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 14, Verso 11
«Amigos, ¿por qué hacéis esto? Nosotros somos también hombres, de igual condición que vosotros, que os predicamos que abandonéis estas cosas vanas y os volváis al Dios vivo que hizo el cielo, la tierra, el mar y cuanto en ellos hay,
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 14, Verso 15
Después de una larga discusión, Pedro se levantó y les dijo: «Hermanos, vosotros sabéis que ya desde los primeros días me eligió Dios entre vosotros para que por mi boca oyesen los gentiles la Palabra de la Buena Nueva y creyeran.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 15, Verso 7
Y Dios, conocedor de los corazones, dio testimonio en su favor comunicándoles el Espíritu Santo como a nosotros
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 15, Verso 8
y no hizo distinción alguna entre ellos y nosotros, pues purificó sus corazones con la fe.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 15, Verso 9
¿Por qué, pues, ahora tentáis a Dios queriendo poner sobre el cuello de los discípulos un yugo que ni nuestros padres ni nosotros pudimos sobrellevar?
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 15, Verso 10
Nosotros creemos más bien que nos salvamos por la gracia del Señor Jesús, del mismo modo que ellos.»
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 15, Verso 11
Habiendo sabido que algunos de entre nosotros, sin mandato nuestro, os han perturbado con sus palabras, trastornando vuestros ánimos,
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 15, Verso 24
hemos decidido de común acuerdo elegir algunos hombres y enviarlos donde vosotros, juntamente con nuestros queridos Bernabé y Pablo,
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 15, Verso 25
Que hemos decidido el Espíritu Santo y nosotros no imponeros más cargas que éstas indispensables:
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 15, Verso 28
Pablo y Bernabé se quedaron en Antioquía enseñando y anunciando, en compañía de otros muchos, la Buena Nueva, la palabra del Señor.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 15, Verso 35
Se produjo entonces una tirantez tal que acabaron por separarse el uno del otro: Bernabé tomó consigo a Marcos y se embarcó rumbo a Chipre
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 15, Verso 39
Sucedió que al ir nosotros al lugar de oración, nos vino al encuentro una muchacha esclava poseída de un espíritu adivino, que pronunciando oráculos producía mucho dinero a sus amos.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 16, Verso 16
Nos seguía a Pablo y a nosotros gritando: «Estos hombres son siervos del Dios Altísimo, que os anuncian un camino de salvación.»
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 16, Verso 17
y predican unas costumbres que nosotros, por ser romanos, no podemos aceptar ni practicar.»
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 16, Verso 21
Pero Pablo les contestó: «Después de habernos azotado públicamente sin habernos juzgado, a pesar de ser nosotros ciudadanos romanos, nos echaron a la cárcel
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 16, Verso 37
y Jasón les ha hospedado. Además todos ellos van contra los decretos del César y afirman que hay otro rey, Jesús.»
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 17, Verso 7
Trababan también conversación con él algunos filósofos epicúreos y estoicos. Unos decían: «¿Qué querrá decir este charlatán?» Y otros: «Parece ser un predicador de divinidades extranjeras.» Porque anunciaba a Jesús y la resurrección.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 17, Verso 18
Pablo, de pie en medio del Areópago, dijo: «Atenienses, veo que vosotros sois, por todos los conceptos, los más respetuosos de la divinidad.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 17, Verso 22
pues en él vivimos, nos movemos y existimos, como han dicho algunos de vosotros: "Porque somos también de su linaje."
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 17, Verso 28
Al oír la resurrección de los muertos, unos se burlaron y otros dijeron: «Sobre esto ya te oiremos otra vez.»
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 17, Verso 32
Pero algunos hombres se adhirieron a él y creyeron, entre ellos Dionisio Areopagita, una mujer llamada Damaris y algunos otros con ellos.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 17, Verso 34
Pero como se trata de discusiones sobre palabras y nombres y cosas de vuestra Ley, allá vosotros. Yo no quiero ser juez en estos asuntos.»
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 18, Verso 15
sino que se despidió diciéndoles: «Volveré a vosotros otra vez, si Dios quiere.» Y embarcándose marchó de Éfeso.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 18, Verso 21
les preguntó: «¿Recibisteis el Espíritu Santo cuando abrazasteis la fe?» Ellos contestaron: «Pero si nosotros no hemos oído decir siquiera que exista el Espíritu Santo.»
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 19, Verso 2
Y arrojándose sobre ellos el hombre poseído del mal espíritu, dominó a unos y otros y pudo con ellos de forma que tuvieron que huir de aquella casa desnudos y cubiertos de heridas.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 19, Verso 16
reunió a éstos y también a los obreros de este ramo y les dijo: «Compañeros, vosotros sabéis que a esta industria debemos el bienestar
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 19, Verso 25
Unos gritaban una cosa y otros otra. Había gran confusión en la asamblea y la mayoría no sabía por qué se habían reunido.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 19, Verso 32
Y si tenéis algún otro asunto, se resolverá en la asamblea legal.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 19, Verso 39
Nosotros, después de los días de los Azimos, nos embarcamos en Filipos y al cabo de cinco días nos unimos a ellos en Tróada donde pasamos siete días.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 20, Verso 6
El primer día de la semana, estando nosotros reunidos para la fracción del pan, Pablo, que debía marchar al día siguiente, conversaba con ellos y alargó la charla hasta la media noche.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 20, Verso 7
Nosotros nos adelantamos a tomar la nave y partimos hacia Asso, donde habíamos de recoger a Pablo
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 20, Verso 13
Cuando llegaron donde él, les dijo: «Vosotros sabéis cómo me comporté siempre con vosotros, desde el primer día que entré en Asia,
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 20, Verso 18
«Y ahora yo sé que ya no volveréis a ver mi rostro ninguno de vosotros, entre quienes pasé predicando el Reino.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 20, Verso 25
«Tened cuidado de vosotros y de toda la grey, en medio de la cual os ha puesto el Espíritu Santo como vigilantes para pastorear la Iglesia de Dios, que él se adquirió con la sangre de su propio hijo.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 20, Verso 28
«Yo sé que, después de mi partida, se introducirán entre vosotros lobos crueles que no perdonarán al rebaño
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 20, Verso 29
y también que de entre vosotros mismos se levantarán hombres que hablarán cosas perversas, para arrastrar a los discípulos detrás de sí.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 20, Verso 30
Por tanto, vigilad y acordaos que durante tres años no he cesado de amonestaros día y noche con lágrimas a cada uno de vosotros.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 20, Verso 31
Vosotros sabéis que estas manos proveyeron a mis necesidades y a las de mis compañeros.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 20, Verso 34
nos despedimos unos de otros y subimos a la nave
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 21, Verso 6
Nosotros, terminando la travesía, fuimos de Tiro a Tolemaida
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 21, Verso 7
se acercó a nosotros, tomó el cinturón de Pablo, se ató sus pies y sus manos y dijo: «Esto dice el Espíritu Santo: Así atarán los judíos en Jerusalén al hombre de quien es este cinturón. Y le entregarán en manos de los gentiles.»
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 21, Verso 11
Al oír esto nosotros y los de aquel lugar le rogamos que no subiera a Jerusalén.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 21, Verso 12
Venían con nosotros algunos discípulos de Cesarea, que nos llevaron a casa de cierto Mnasón, de Chipre, antiguo discípulo, donde nos habíamos de hospedar.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 21, Verso 16
Al día siguiente Pablo, con todos nosotros, fue a casa de Santiago
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 21, Verso 18
Haz, pues, lo que te vamos a decir: Hay entre nosotros cuatro hombres que tienen un voto que cumplir.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 21, Verso 23
En cuanto a los gentiles que han abrazado la fe, ya les escribimos nosotros nuestra decisión: Abstenerse de lo sacrificado a los ídolos, de la sangre, de animal estrangulado y de la impureza.»
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 21, Verso 25
Pero entre la gente unos gritaban una cosa y otros otra. Como no pudiese sacar nada en claro a causa del alboroto, mandó que le llevasen al cuartel.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 21, Verso 34
«Hermanos y padres, escuchad la defensa que ahora hago ante vosotros.»
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 22, Verso 1
Se levantó, pues, un gran griterío. Se pusieron en pie algunos escribas del partido de los fariseos y se oponían diciendo: «Nosotros no hallamos nada malo en este hombre. ¿Y si acaso le habló algún espíritu o un ángel?»
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 23, Verso 9
Vosotros por vuestra parte, de acuerdo con el Sanedrín, indicad al tribuno que os lo baje donde vosotros, como si quisierais examinar más a fondo su caso
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 23, Verso 15
Ha intentado además profanar el Templo, pero nosotros le apresamos.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 24, Verso 6
a no ser este solo grito que yo lancé estando en medio de ellos: "Yo soy juzgado hoy por vosotros a causa de la resurrección de los muertos.»
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 24, Verso 21
«Que bajen conmigo, les dijo, los que entre vosotros tienen autoridad y si este hombre es culpable en algo, formulen acusación contra él.»
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 25, Verso 5
¿Por qué tenéis vosotros por increíble que Dios resucite a los muertos?
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 26, Verso 8
y mientras se retiraban iban diciéndose unos a otros: «Este hombre no ha hecho nada digno de muerte o de prisión.»
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 26, Verso 31
Cuando se decidió que nos embarcásemos rumbo a Italia, fueron confiados Pablo y algunos otros prisioneros a un centurión de la cohorte Augusta, llamado Julio.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 27, Verso 1
Subimos a una nave de Adramitio, que iba a partir hacia las costas de Asia, y nos hicimos a la mar. Estaba con nosotros Aristarco, macedonio de Tesalónica.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 27, Verso 2
Al otro día arribamos a Sidón. Julio se portó humanamente con Pablo y le permitió ir a ver a sus amigos y ser atendido por ellos.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 27, Verso 3
Pero Pablo dijo al centurión y a los soldados: «Si no se quedan éstos en la nave, vosotros no os podréis salvar.»
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 27, Verso 31
y los demás saliesen unos sobre tablones, otros sobre los despojos de la nave. De esta forma todos llegamos a tierra sanos y salvos.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 27, Verso 44
Los nativos, cuando vieron el animal colgado de su mano, se dijeron unos a otros: «Este hombre es seguramente un asesino
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 28, Verso 4
Después de este suceso los otros enfermos de la isla acudieron y fueron curados.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 28, Verso 9
Tuvieron para con nosotros toda suerte de consideraciones y a nuestra partida nos proveyeron de lo necesario.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 28, Verso 10
Ellos le respondieron: «Nosotros no hemos recibido de Judea ninguna carta que nos hable de ti, ni ninguno de los hermanos llegados aquí nos ha referido o hablado nada malo de ti.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 28, Verso 21
Unos creían por sus palabras y otros en cambio permanecían incrédulos.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 28, Verso 24