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[...]   Andaba con ellos por Jerusalén, predicando valientemente en el nombre del Señor.   [...]

Hechos de los Apóstoles: capítulo 9, verso 28

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hasta el día en que, después de haber dado instrucciones por medio del Espíritu Santo a los apóstoles que había elegido, fue llevado al cielo.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 1, Verso 2
A estos mismos, después de su pasión, se les presentó dándoles muchas pruebas de que vivía, apareciéndoseles durante cuarenta días y hablándoles acerca de lo referente al Reino de Dios.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 1, Verso 3
Porque él era uno de los nuestros y obtuvo un puesto en este ministerio.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 1, Verso 17
Este, pues, compró un campo con el precio de su iniquidad, y cayendo de cabeza, se reventó por medio y se derramaron todas sus entrañas. -
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 1, Verso 18
Pues en el libro de los Salmos está escrito: = Quede su majada desierta, y no haya quien habite en ella. Y también: Que otro reciba su cargo.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 1, Verso 20
«Conviene, pues, que de entre los hombres que anduvieron con nosotros todo el tiempo que el Señor Jesús convivió con nosotros,
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 1, Verso 21
para ocupar en el ministerio del apostolado el puesto del que Judas desertó para irse adonde le correspondía.»
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 1, Verso 25
Pues ¿cómo cada uno de nosotros les oímos en nuestra propia lengua nativa?
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 2, Verso 8
No están éstos borrachos, como vosotros suponéis, pues es la hora tercia del día,
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 2, Verso 15
a éste, pues, Dios le resucitó librándole de los dolores del Hades, pues no era posible que quedase bajo su dominio
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 2, Verso 24
porque dice de él David: Veía constantemente al Señor delante de mí, puesto que está a mi derecha, para que no vacile.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 2, Verso 25
Pues David no subió a los cielos y sin embargo dice: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 2, Verso 34
«Sepa, pues, con certeza toda la casa de Israel que Dios ha constituido Señor y Cristo a este Jesús a quien vosotros habéis crucificado.»
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 2, Verso 36
pues la Promesa es para vosotros y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos, para cuantos llame el Señor Dios nuestro.»
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 2, Verso 39
El temor se apoderaba de todos, pues los apóstoles realizaban muchos prodigios y señales.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 2, Verso 43
le reconocían, pues él era el que pedía limosma sentado junto a la puerta Hermosa del Templo. Y se quedaron llenos de estupor y asombro por lo que había sucedido.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 3, Verso 10
Arrepentíos, pues, y convertíos, para que vuestros pecados sean borrados,
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 3, Verso 19
Les echaron mano y les pusieron bajo custodia hasta el día siguiente, pues había caído ya la tarde.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 4, Verso 3
puesto que con motivo de la obra realizada en un enfermo somos hoy interrogados por quién ha sido éste curado,
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 4, Verso 9
Ellos, después de haberles amenazado de nuevo, les soltaron, no hallando manera de castigarles, a causa del pueblo, porque todos glorificaban a Dios por lo que había occurrido,
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 4, Verso 21
pues el hombre en quien se había realizado esta señal de curación tenía más de cuarenta años.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 4, Verso 22
Y Pedro le replicó: «¿Cómo os habéis puesto de acuerdo para poner a prueba al Espíritu del Señor? Mira, aquí a la puerta están los pies de los que han enterrado a tu marido
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 5, Verso 9
Les trajeron, pues, y les presentaron en el Sanedrín. El Sumo Sacerdote les interrogó
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 5, Verso 27
Después de éste, en los días del empadronamiento, se levantó Judas el Galileo, que arrastró al pueblo en pos de sí
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 5, Verso 37
Os digo, pues, ahora: desentendeos de estos hombres y dejadlos. Porque si esta idea o esta obra es de los hombres, se destruirá
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 5, Verso 38
Pareció bien la propuesta a toda la asamblea y escogieron a Esteban, hombre lleno de fe y de Espíritu Santo, a Felipe, a Prócoro, a Nicanor, a Timón, a Pármenas y a Nicolás, prosélito de Antioquía
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 6, Verso 5
pues le hemos oído decir que Jesús, ese Nazoreo, destruiría este Lugar y cambiaría las costumbres que Moisés nos ha transmitido.»
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 6, Verso 14
Entonces salió de la tierra de los caldeos y se estableció en Jarán. Y después de morir su padre, Dios le hizo emigrar de allí a esta tierra que vosotros habitáis ahora.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 7, Verso 4
Pero yo juzgaré -dijo Dios- a la nación a la que sirvan como esclavos, y después saldrán y me darán culto en este mismo lugar.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 7, Verso 7
después fue expuesto y le recogió la hija de Faraón, quien le crió como hijo suyo.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 7, Verso 21
El Señor le dijo: "Quítate las sandalias de los pies, pues el lugar donde estás es tierra santa.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 7, Verso 33
Después dobló las rodillas y dijo con fuerte voz: «Señor, no les tengas en cuenta este pecado.» Y diciendo esto, se durmió.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 7, Verso 60
pues de muchos posesos salían los espíritus inmundos dando grandes voces, y muchos paralíticos y cojos quedaron curados.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 8, Verso 7
pues todavía no había descendido sobre ninguno de ellos
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 8, Verso 16
En este asunto no tienes tú parte ni herencia, pues tu corazón no es recto delante de Dios.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 8, Verso 21
Arrepiéntete, pues, de esa tu maldad y ruega al Señor, a ver si se te perdona ese pensamiento de tu corazón
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 8, Verso 22
Ellos, después de haber dado testimonio y haber predicado la Palabra del Señor, se volvieron a Jerusalén evangelizando muchos pueblos samaritanos.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 8, Verso 25
El Señor le contestó: «Vete, pues éste me es un instrumento de elección que lleve mi nombre ante los gentiles, los reyes y los hijos de Israel.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 9, Verso 15
Encontró allí a un hombre llamado Eneas, tendido en una camilla desde hacía ocho años, pues estaba paralítico.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 9, Verso 33
Estaba Pedro perplejo pensando qué podría significar la visión que había visto, cuando los hombres enviados por Cornelio, después de preguntar por la casa de Simón, se presentaron en la puerta
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 10, Verso 17
Baja, pues, al momento y vete con ellos sin vacilar, pues yo los he enviado.»
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 10, Verso 20
Por eso al ser llamado he venido sin dudar. Os pregunto, pues, por qué motivo me habéis enviado a llamar.»
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 10, Verso 29
envía, pues, a Joppe y haz llamar a Simón, llamado Pedro, que se hospeda en casa de Simón el curtidor, junto al mar."
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 10, Verso 32
Al instante mandé enviados donde ti, y tú has hecho bien en venir. Ahora, pues, todos nosotros, en la presencia de Dios, estamos dispuestos para escuchar todo lo que te ha sido ordenado por el Señor.»
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 10, Verso 33
Vosotros sabéis lo sucedido en toda Judea, comenzando por Galilea, después que Juan predicó el bautismo
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 10, Verso 37
no a todo el pueblo, sino a los testigos que Dios había escogido de antemano, a nosotros que comimos y bebimos con él después que resucitó de entre los muertos.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 10, Verso 41
pues les oían hablar en lenguas y glorificar a Dios. Entonces Pedro dijo:
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 10, Verso 46
Al oír esto se tranquilizaron y glorificaron a Dios diciendo: «Así pues, también a los gentiles les ha dado Dios la conversión que lleva a la vida.»
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 11, Verso 18
Le apresó, pues, le encarceló y le confió a cuatro escuadras de cuatro soldados para que le custodiasen, con la intención de presentarle delante del pueblo después de la Pascua.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 12, Verso 4
Así pues, Pedro estaba custodiado en la cárcel, mientras la Iglesia oraba insistentemente por él a Dios.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 12, Verso 5
Herodes le hizo buscar y al no encontrarle, procesó a los guardias y mandó ejecutarlos. Después bajó de Judea a Cesarea y se quedó allí.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 12, Verso 19
Estaba Herodes fuertemente irritado con los de Tiro y Sidón. Estos, de común acuerdo, se le presentaron y habiéndose ganado a Blasto, camarlengo del rey, solicitaban hacer las paces, pues su país se abastecía del país del rey.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 12, Verso 20
Entonces, después de haber ayunado y orado, les impusieron las manos y les enviaron.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 13, Verso 3
Ellos, pues, enviados por el Espíritu Santo, bajaron a Seleucia y de allí navegaron hasta Chipre.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 13, Verso 4
Pero se les oponía el mago Elimas -pues eso quiere decir su nombre- intentando apartar al procónsul de la fe.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 13, Verso 8
Pues ahora, mira la mano del Señor sobre ti. Te quedarás ciego y no verás el sol hasta un tiempo determinado.» Al instante cayeron sobre él oscuridad y tinieblas y daba vueltas buscando quien le llevase de la mano.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 13, Verso 11
Después de la lectura de la Ley y los Profetas, los jefes de la sinagoga les mandaron a decir: «Hermanos, si tenéis alguna palabra de exhortación para el pueblo, hablad.»
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 13, Verso 15
después, habiendo exterminado siete naciones en la tierra de Canaán, les dio en herencia su tierra,
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 13, Verso 19
por unos 450 años. Después de esto les dio jueces hasta el profeta Samuel.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 13, Verso 20
Ahora bien, David, después de haber servido en sus días a los designios de Dios, murió, se reunió con sus padres y experimentó la corrupción.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 13, Verso 36
«Tened, pues, entendido, hermanos, que por medio de éste os es anunciado el perdón de los pecados
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 13, Verso 38
Cuidad, pues, de que no sobrevenga lo que dijeron los Profetas:
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 13, Verso 40
Pues así nos lo ordenó el Señor: Te he puesto como la luz de los gentiles, para que lleves la salvación hasta el fin de la tierra.»
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 13, Verso 47
Designaron presbíteros en cada Iglesia y después de hacer oración con ayunos, los encomendaron al Señor en quien habían creído.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 14, Verso 23
Ellos, pues, enviados por la Iglesia, atravesaron Fenicia y Samaria, contando la conversión de los gentiles y produciendo gran alegría en todos los hermanos.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 15, Verso 3
Después de una larga discusión, Pedro se levantó y les dijo: «Hermanos, vosotros sabéis que ya desde los primeros días me eligió Dios entre vosotros para que por mi boca oyesen los gentiles la Palabra de la Buena Nueva y creyeran.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 15, Verso 7
y no hizo distinción alguna entre ellos y nosotros, pues purificó sus corazones con la fe.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 15, Verso 9
¿Por qué, pues, ahora tentáis a Dios queriendo poner sobre el cuello de los discípulos un yugo que ni nuestros padres ni nosotros pudimos sobrellevar?
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 15, Verso 10
«Después de esto volveré y reconstruiré la tienda de David que está caída
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 15, Verso 16
Enviamos, pues, a Judas y Silas, quienes os expondrán esto mismo de viva voz:
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 15, Verso 27
Ellos, después de despedirse, bajaron a Antioquía, reunieron la asamblea y entregaron la carta.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 15, Verso 30
Pablo quiso que se viniera con él. Le tomó y le circuncidó a causa de los judíos que había por aquellos lugares, pues todos sabían que su padre era griego.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 16, Verso 3
Las Iglesias, pues, se afianzaban en la fe y crecían en número de día en día.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 16, Verso 5
Atravesaron Frigia y la región de Galacia, pues el Espíritu Santo les había impedido predicar la Palabra en Asia.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 16, Verso 6
Atravesaron, pues, Misia y bajaron a Tróada.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 16, Verso 8
Después de haberles dado muchos azotes, los echaron a la cárcel y mandaron al carcelero que los guardase con todo cuidado.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 16, Verso 23
El carcelero transmitió estas palabras a Pablo: «Los pretores han enviado a decir que os suelte. Ahora, pues, salid y marchad.»
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 16, Verso 36
Pero Pablo les contestó: «Después de habernos azotado públicamente sin habernos juzgado, a pesar de ser nosotros ciudadanos romanos, nos echaron a la cárcel
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 16, Verso 37
Pero después de recibir una fianza de Jasón y de los demás, les dejaron ir.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 17, Verso 9
Creyeron, pues, muchos de ellos y, entre los griegos, mujeres distinguidas y no pocos hombres.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 17, Verso 12
Pues te oímos decir cosas extrañas y querríamos saber qué es lo que significan.»
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 17, Verso 20
Pues al pasar y contemplar vuestros monumentos sagrados, he encontrado también un altar en el que estaba grabada esta inscripción: «Al Dios desconocido.» Pues bien, lo que adoráis sin conocer, eso os vengo yo a anunciar.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 17, Verso 23
pues en él vivimos, nos movemos y existimos, como han dicho algunos de vosotros: "Porque somos también de su linaje."
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 17, Verso 28
«Si somos, pues, del linaje de Dios, no debemos pensar que la divinidad sea algo semejante al oro, la plata o la piedra, modelados por el arte y el ingenio humano.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 17, Verso 29
«Dios, pues, pasando por alto los tiempos de la ignorancia, anuncia ahora a los hombres que todos y en todas partes deben convertirse,
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 17, Verso 30
Después de esto marchó de Atenas y llegó a Corinto.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 18, Verso 1
porque yo estoy contigo y nadie te pondrá la mano encima para hacerte mal, pues tengo yo un pueblo numeroso en esta ciudad.»
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 18, Verso 10
Desembarcó en Cesarea, subió a saludar a la Iglesia y después bajó a Antioquía.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 18, Verso 22
Después de pasar allí algún tiempo marchó a recorrer una tras otra las regiones de Galacia y Frigia para fortalecer a todos los discípulos.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 18, Verso 23
Este, pues, comenzó a hablar con valentía en la sinagoga. Al oírle Aquila y Priscila, le tomaron consigo y le expusieron más exactamente el Camino.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 18, Verso 26
pues refutaba vigorosamente en público a los judíos, demostrando por las Escrituras que el Cristo era Jesús.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 18, Verso 28
El replicó: «¿Pues qué bautismo habéis recibido?» - «El bautismo de Juan», respondieron.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 19, Verso 3
Pablo añadió: «Juan bautizó con un bautismo de conversión, diciendo al pueblo que creyesen en el que había de venir después de él, o sea en Jesús.»
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 19, Verso 4
Y, habiéndoles Pablo impuesto las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo y se pusieron a hablar en lenguas y a profetizar.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 19, Verso 6
Después de estos sucesos, Pablo tomó la decisión de ir a Jerusalén pasando por Macedonia y Acaya. Y decía: «Después de estar allí he de visitar también Roma.»
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 19, Verso 21
Siendo, pues, esto indiscutible, conviene que os calméis y no hagáis nada inconsideradamente.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 19, Verso 36
Nosotros, después de los días de los Azimos, nos embarcamos en Filipos y al cabo de cinco días nos unimos a ellos en Tróada donde pasamos siete días.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 20, Verso 6
Bajó Pablo, se echó sobre él y tomándole en sus brazos dijo: «No os inquietéis, pues su alma está en él.»
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 20, Verso 10
pues no me acobardé de anunciaros todo el designio de Dios.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 20, Verso 27
«Tened cuidado de vosotros y de toda la grey, en medio de la cual os ha puesto el Espíritu Santo como vigilantes para pastorear la Iglesia de Dios, que él se adquirió con la sangre de su propio hijo.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 20, Verso 28
«Yo sé que, después de mi partida, se introducirán entre vosotros lobos crueles que no perdonarán al rebaño
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 20, Verso 29
Entonces Pablo contestó: «¿Por qué habéis de llorar y destrozarme el corazón? Pues yo estoy dispuesto no sólo a ser atado, sino a morir también en Jerusalén por el nombre del Señor Jesús.»
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 21, Verso 13
¿Qué hacer, pues? Porque va a reunirse la muchedumbre al enterarse de tu venida.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 21, Verso 22
Haz, pues, lo que te vamos a decir: Hay entre nosotros cuatro hombres que tienen un voto que cumplir.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 21, Verso 23
Pues habían visto anteriormente con él en la ciudad a Trofimo, de Éfeso, a quien creían que Pablo había introducido en el Templo.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 21, Verso 29
pues toda la multitud le iba siguiendo y gritando: «¡Mátale!»
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 21, Verso 36
pues le has de ser testigo ante todos los hombres de lo que has visto y oído.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 22, Verso 15
y le vi a él que me decía: "Date prisa y marcha inmediatamente de Jerusalén, pues no recibirán tu testimonio acerca de mí."
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 22, Verso 18
- «Yo, dijo el tribuno, conseguí esta ciudadanía por una fuerte suma.» - «Pues yo, contestó Pablo, la tengo por nacimiento.»
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 22, Verso 28
Se levantó, pues, un gran griterío. Se pusieron en pie algunos escribas del partido de los fariseos y se oponían diciendo: «Nosotros no hallamos nada malo en este hombre. ¿Y si acaso le habló algún espíritu o un ángel?»
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 23, Verso 9
A la noche siguiente se le apareció el Señor y le dijo: «¡Animo!, pues como has dado testimonio de mí en Jerusalén, así debes darlo también en Roma.»
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 23, Verso 11
Estos, pues, se presentaron a los sumos sacerdotes y a los ancianos y le dijeron: «Bajo anatema nos hemos comprometido a no probar cosa alguna hasta que no hayamos dado muerte a Pablo.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 23, Verso 14
Pablo llamó a uno de los centuriones y le dijo: «Lleva a este joven donde el tribuno, pues tiene algo que contarle.»
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 23, Verso 17
Pero tú no les hagas caso, pues le preparan una celada más de cuarenta hombres de entre ellos, que se han comprometido bajo anatema a no comer ni beber hasta haberle dado muerte
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 23, Verso 21
Después llamó a dos centuriones y les dijo: «Tened preparados para la tercera hora de la noche doscientos soldados, para ir a Cesarea, setenta de caballería y doscientos lanceros.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 23, Verso 23
Cinco días después bajó el Sumo Sacerdote Ananías con algunos ancianos y un tal Tértulo, abogado, y presentaron ante el procurador acusación contra Pablo.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 24, Verso 1
Y me encontraron realizando estas ofrendas en el Templo después de haberme purificado, y no entre tumulto de gente.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 24, Verso 18
Después de unos días vino Félix con su esposa Drusila, que era judía
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 24, Verso 24
Tres días después de haber llegado a la provincia, subió Festo de Cesarea a Jerusalén.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 25, Verso 1
Después de pasar entre ellos no más de ocho o diez días, bajó a Cesarea y al día siguiente se sentó en el tribunal y mandó traer a Pablo.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 25, Verso 6
Si, pues, soy reo de algún delito o he cometido algún crimen que merezca la muerte, no rehúso morir
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 25, Verso 11
Pues me parece absurdo enviar un preso sin indicar las acusaciones formuladas contra él.»
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 25, Verso 27
«Yo, pues, me había creído obligado a combatir con todos los medios el nombre de Jesús, el Nazoreo.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 26, Verso 9
«Así pues, rey Agripa, no fui desobediente a la visión celestial,
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 26, Verso 19
sino que primero a los habitantes de Damasco, después a los de Jerusalén y por todo el país de Judea y también a los gentiles he predicado que se convirtieran y que se volvieran a Dios haciendo obras dignas de conversión.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 26, Verso 20
que el Cristo había de padecer y que, después de resucitar el primero de entre los muertos, anunciaría la luz al pueblo y a los gentiles.»
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 26, Verso 23
Agripa dijo a Festo: «Podía ser puesto en libertad este hombre si no hubiera apelado al César.»
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 26, Verso 32
Había transcurrido bastante tiempo y la navegación era peligrosa, pues incluso había ya pasado el Ayuno. Pablo les advertía:
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 27, Verso 9
Pero no mucho después se desencadenó un viento huracanado procedente de la isla, llamado Euroaquilón.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 27, Verso 14
Pues esta noche se me ha presentado un ángel del Dios a quien pertenezco y a quien doy culto,
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 27, Verso 23
Por eso os aconsejo que toméis alimento, pues os conviene para vuestra propia salvación
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 27, Verso 34
Después de este suceso los otros enfermos de la isla acudieron y fueron curados.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 28, Verso 9
Tres días después convocó a los principales judíos. Una vez reunidos, les dijo: «Hermanos, yo, sin haber hecho nada contra el pueblo ni contra las costumbres de los padres, fui apresado en Jerusalén y entregado en manos de los romanos,
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 28, Verso 17
que, después de haberme interrogado, querían dejarme en libertad porque no había en mí ningún motivo de muerte.
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 28, Verso 18
Por este motivo os llamé para veros y hablaros, pues precisamente por la esperanza de Israel llevo yo estas cadenas.»
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 28, Verso 20
Pero deseamos oír de ti mismo lo que piensas, pues lo que de esa secta sabemos es que en todas partes se la contradice.»
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 28, Verso 22
«Sabed, pues, que esta salvación de Dios ha sido enviada a los gentiles
Hechos de los Apóstoles, Capítulo 28, Verso 28